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Reflexiones de One Young World

Lea los blogs de jóvenes líderes Indígenas sobre sus experiencias en la cumbre y cómo llevarán estos conocimientos a sus comunidades.

Los jóvenes Indígenas están profundamente vinculados a la historia y la cultura de las comunidades Indígenas. En la memoria histórica, los jóvenes Indígenas han desempeñado papeles fundamentales, a menudo como portadores de conocimientos científicos y valores culturales Indígenas, así como defensores de primera línea en la batalla por sus tierras ancestrales. En diversas tradiciones Indígenas, se espera que los jóvenes asuman progresivamente responsabilidades de liderazgo a medida que crecen, participando activamente en prácticas ceremoniales y asuntos comunitarios.

Por eso, la Fundación Indígena FSC (FSC-IF) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lanzaron el programa de beca Profundas Conexiones para apoyar su liderazgo y fortalecer sus comunidades. A través de este programa, 15 jóvenes líderes Indígenas de Asia, América Latina, el Caribe, el Pacífico, África y América del Norte recibieron apoyo para asistir a la Cumbre One Young World Montréal, 2024 celebrada del 17 al 21 de septiembre de 2024 en Montreal, Canadá. Su participación en la Cumbre fue una oportunidad para compartir, conectar e intercambiar con otros jóvenes Indígenas para hacer frente a las crisis mundiales como el cambio climático y las injusticias territoriales indígenas, entre otras. Como resultado de su participación en la Cumbre, han construido sus redes y fortalecido sus habilidades de liderazgo y defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas. Los becarios son ahora miembros de la comunidad FSC-IF.

Lea a continuación los blogs de cuatro becarios sobre sus experiencias en la cumbre y cómo trasladarán estos conocimientos a sus comunidades e iniciativas.

Keaton Thomas-Sinclair

País: Canadá

Pueblo Indígena: Nación Chemamawin Cree

Cumplir las expectativas

La Cumbre One Young World superó mis expectativas en todos los sentidos. Desde el momento en que llegué, me sentí envuelta en una atmósfera vibrante de esperanza, diversidad y propósito colectivo. El calibre de los ponentes y delegados fue inspirador, creando un espacio donde las ideas florecieron y las posibilidades parecían ilimitadas. Relacionarme con personas de ideas afines de todo el mundo, unidas por una visión común de un futuro mejor, encendió en mí la pasión por marcar la diferencia en mi comunidad.

Experiencia y logros

A lo largo de la Cumbre tuve la oportunidad de participar en debates y talleres dinámicos en los que se abordaron problemas mundiales acuciantes, como la gestión medioambiental, los derechos de los pueblos indígenas y la capacitación de los jóvenes. Uno de los momentos más destacados para mí fue escuchar a los líderes indígenas que compartieron sus historias de resiliencia y revitalización cultural. Sus voces resonaron profundamente y me recordaron la fuerza y la sabiduría que encierran nuestras propias tradiciones.

En particular, la cumbre despertó la idea de mi fundación, «Guardianes de nuestro patrimonio», dedicada a revitalizar y preservar la lengua, la historia, la tierra y la educación indígenas. Esta iniciativa pretende capacitar a los jóvenes para reclamar su futuro, basándose en las lecciones de nuestros antepasados. También me relacioné con otros delegados, creando lazos que trascendieron las fronteras. Juntos, compartimos nuestras aspiraciones y colaboramos en soluciones innovadoras para abordar los retos a los que se enfrentan nuestras comunidades. Uno de los logros que guardo con más cariño es el compromiso que adquirí con los demás de apoyarnos mutuamente en nuestras iniciativas de vuelta a casa, fomentando una red de apoyo que amplificará nuestros esfuerzos para impulsar un cambio positivo.

Impacto de la participación

El impacto de mi participación durante esa semana fue profundo. Reavivó mi sentido del propósito y mi compromiso con mi comunidad. Volví a casa con un renovado sentido de la responsabilidad para elevar las voces Indígenas y defender los asuntos que más nos importan. Las experiencias que compartí con los demás reforzaron la idea de que no estamos solos en nuestras luchas; hay una comunidad mundial de jóvenes líderes dedicados a crear el cambio.

Lecciones aprendidas y aplicación futura

Una de las lecciones más importantes que aprendí en la Cumbre fue el poder de la colaboración. Juntos podemos conseguir mucho más que solos. Pienso aplicar esta lección fomentando las asociaciones dentro de mi comunidad, reuniendo a jóvenes, ancianos y líderes para entablar diálogos abiertos e iniciativas de colaboración. Trabajando juntos, podemos crear una visión compartida para el futuro que honre nuestra herencia y capacite a la próxima generación.

En conclusión, la Cumbre One Young World no fue solo un acontecimiento; fue un catalizador para el crecimiento personal y colectivo. Inspiró la visión de mi fundación e intensificó mi pasión por preservar nuestra cultura y capacitar a los jóvenes. Me fui con el corazón lleno de esperanza y el compromiso de reclamar nuestro futuro, inspirado por las historias de resistencia y fortaleza compartidas por mis compañeros delegados. Estoy deseando compartir estas reflexiones e inspirar a otros para que actúen en sus propias comunidades.

Kleidy Migdalia Sacbá Coc

País: Guatemala

Pueblo Indígena: Maya

Una de las experiencias más gratificantes de mi vida y uno de mis logros más destacados fue formar parte del Taller Empowering Global Youth Through International Mobility and Intercultural Exchange, donde amplié mis horizontes y reforcé mi compromiso de seguir desarrollándome profesional y personalmente en un contexto internacional para seguir contribuyendo al desarrollo de mi comunidad.

¿Cuál fue el impacto de tu participación durante la semana en One Young World?

Poder representar al Pueblo Maya Q’eqchi’ y compartir nuestras luchas y propuestas, alzar la voz de mi comunidad y visibilizar la importancia de la inclusión y el liderazgo juvenil en la construcción de la paz y la sostenibilidad.

A mi regreso, implementaré nuevas estrategias y colaboraciones que contribuyan a fortalecer el tejido social y el desarrollo local.

¿Qué lecciones aprendiste y cómo piensas aplicarlas en tu comunidad?

Mi participación en One Young World fue una experiencia transformadora que me permitió no sólo conectarme con jóvenes líderes de todo el mundo, sino también profundizar mi comprensión de la diversidad cultural y los desafíos que enfrentan los Pueblos Indígenas a nivel global. Durante el evento, tuve la oportunidad de formar parte del Día Indígena, un espacio único en el que pude conocer la historia milenaria de diferentes Pueblos Indígenas, aprender sobre sus culturas y compartir las luchas a las que se enfrentan para preservar sus territorios, lenguas y tradiciones.

Este día fue especialmente significativo porque, al escuchar las historias y experiencias de otros líderes indígenas, comprendí mejor las similitudes y diferencias de nuestras realidades, lo que me motivó a reforzar mi compromiso con la defensa de los derechos de nuestras comunidades. Además, ver la presencia de jóvenes indígenas en un escenario global como One Young World me inspiró a seguir promoviendo espacios de participación para que nuestras voces sigan siendo escuchadas en las decisiones que afectan nuestro futuro. A mi regreso, me siento más capacitada para poner en práctica lo aprendido y crear nuevas alianzas que contribuyan a la promoción de los derechos y la visibilidad de los Pueblos Indígenas.

Didja Tchari Djibrillah

País: Chad

Pueblo Indígena: Mbororo

¿Estuvo la Cumbre One Young World a la altura de tus expectativas?
Sí, sentirme inspirada y motivada al escuchar los discursos de líderes de opinión y activistas se ha convertido para mí en una fuente de inspiración para implicarme activamente en causas que me son cercanas. También participé en algunas sesiones interactivas sobre salud y resolución de conflictos.

¿Cómo fue tu experiencia y qué logros te gustaría destacar?
Durante mi participación en One Young World, tuve la oportunidad de conocer a otros participantes que a menudo compartían nuestras experiencias. Aprender de los demás y desarrollar redes que nos ayuden a perseguir nuestros objetivos. Los logros que me gustaría destacar son los proyectos comunitarios, es decir, las iniciativas destinadas a resolver problemas locales, ya sea en educación, sanidad, medio ambiente o igualdad de género. También se trata de trabajar con jóvenes líderes de otros países para afrontar retos globales, fomentando el intercambio cultural y la cooperación.

¿Cuál fue el impacto de su participación en la Cumbre One Young World?
Me permitió establecer contactos con líderes, empresarios e innovadores. Estas relaciones pueden dar lugar a futuras colaboraciones y oportunidades profesionales.

Emma Oliver

País: Papúa Nueva Guinea

Pueblo Indígena: Tolai’s, Nueva Guinea

Como joven líder que trabaja en el desarrollo comunitario y la conservación marina, tenía muchas ganas de conocer a agentes de cambio mundiales y ampliar mis conocimientos sobre cómo otros jóvenes están abordando problemas similares a los que se enfrenta mi comunidad en Papúa Nueva Guinea (PNG). La Cumbre no sólo cumplió mis expectativas, sino que las superó.

Desde el momento en que llegué, la energía de estar rodeado de personas apasionadas y motivadas fue contagiosa. Me inspiraron las sesiones, especialmente las dedicadas a la sostenibilidad, el cambio climático y el papel de los jóvenes en la configuración del futuro. La Cumbre me proporcionó una plataforma no sólo para escuchar, sino también para participar activamente en las conversaciones sobre estos temas cruciales.

Uno de mis principales objetivos era explorar cómo la tecnología, como la inteligencia artificial (IA), puede aprovecharse en el trabajo de conservación marina. En la cumbre me puse en contacto con ingenieros y expertos en tecnología dispuestos a colaborar en el desarrollo de una aplicación para supervisar los viveros de coral, que también puede ser utilizada offline por los jóvenes locales. Esto fue un logro importante para mí, ya que el acceso a la tecnología en las zonas remotas de Papúa Nueva Guinea es limitado, y esta solución ayudará a superar esa barrera. Además, la Cumbre puso de relieve la importancia de la juventud a la hora de abordar cuestiones como el cambio climático y el desarrollo comunitario. Me sentí validado en mi trabajo con ENB Sea Keepers, una organización de conservación marina, y me fui con un renovado sentido de propósito. La Cumbre fue un torbellino de contactos, aprendizaje y colaboración.

Uno de los aspectos más gratificantes fue la posibilidad de establecer contactos con personas de ideas afines, como creadores de contenidos, ecologistas y empresarios. Pude aprender de sus experiencias, compartir mi propia historia y establecer valiosas alianzas que me ayudarán a avanzar en mi trabajo.

Uno de los aspectos más destacados para mí fue conocer a creadores de contenidos que me enseñaron a utilizar eficazmente las redes sociales para dar a conocer nuestra labor de conservación marina. En un mundo cada vez más digital, contar historias a través de las redes sociales es una herramienta esencial para llegar a un público más amplio, recabar apoyos e impulsar acciones. Ahora tengo una estrategia más clara sobre cómo utilizar plataformas como Instagram y Facebook para potenciar nuestro alcance y dar más visibilidad a las iniciativas de ENB Sea Keepers.

Otro logro importante fue ponerme en contacto con posibles socios y financiadores interesados en apoyar la construcción de un centro de educación marina en mi comunidad natal. El centro educativo impartirá talleres de formación y capacitación a la población local, especialmente a mujeres y jóvenes, dotándoles de los conocimientos necesarios para participar en los esfuerzos de conservación marina. Este centro desempeñará un papel fundamental para garantizar el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente en East New Britain. Soy optimista en cuanto a la obtención de los recursos necesarios para hacer realidad esta visión. La Cumbre OYW me proporcionó una plataforma global para amplificar las voces de mi comunidad y concienciar sobre los retos únicos a los que nos enfrentamos en Papúa Nueva Guinea. Los debates que mantuve con mis compañeras delegadas y las conexiones que establecí tendrán un impacto duradero no sólo en mí, sino también en el trabajo que realizo. Pude llamar la atención sobre los problemas del cambio climático, la degradación medioambiental y la explotación de los recursos naturales en mi provincia. Aunque estos retos son abrumadores, la Cumbre reforzó mi convicción de que la acción colectiva es posible y de que los jóvenes líderes como yo tenemos un papel crucial que desempeñar para impulsar un cambio positivo.

Uno de los efectos inmediatos de mi participación fue la validación de mi enfoque de la conservación marina. Al ponerme en contacto con expertos internacionales, me di cuenta de que las soluciones que estamos aplicando a nivel comunitario, como la restauración del coral y la participación de los jóvenes, se ajustan a las mejores prácticas mundiales. Esto me da confianza en que vamos por el buen camino y, con el apoyo que obtuve en la Cumbre, estoy mejor preparada para ampliar nuestros esfuerzos.

Las lecciones que aprendí en One Young World darán forma a mi trabajo en los años venideros. En primer lugar, aprendí el valor de la colaboración interdisciplinar. Las soluciones a problemas complejos como el cambio climático, la protección del medio ambiente y el desarrollo comunitario requieren la aportación de diversos sectores, como la tecnología, la política y el activismo de base. Pienso aplicar esta lección fomentando la colaboración entre las distintas partes interesadas de mi comunidad, desde funcionarios locales hasta expertos internacionales en tecnología.

También aprendí la importancia de capacitar a los jóvenes y a las mujeres como agentes del cambio. Las sesiones sobre igualdad de género fueron especialmente impactantes, y salí de la Cumbre con un compromiso más profundo para garantizar que las mujeres y niñas de mi comunidad tengan los conocimientos y recursos que necesitan para participar plenamente en los esfuerzos de conservación. Hace poco organizamos una sesión sobre la educación relativa a la menstruación, y las enseñanzas de la Cumbre me ayudarán a mejorar y ampliar programas como éstos, que abordan cuestiones tanto medioambientales como sociales. En cuanto a la aplicación práctica, las soluciones de IA que exploré durante la Cumbre pronto se pondrán a prueba en nuestro trabajo de restauración del coral. Nuestro objetivo es desarrollar una aplicación offline que los jóvenes puedan utilizar para supervisar los viveros de coral, recopilar datos y contribuir a los esfuerzos de conservación, incluso en zonas remotas con conectividad limitada. Además, tengo previsto utilizar los conocimientos adquiridos en una estrategia de redes sociales para mejorar nuestros esfuerzos de divulgación, crear una red de apoyo más sólida y atraer a posibles donantes.

Por último, aprendí que las acciones pequeñas y constantes pueden conducir a un cambio significativo. El cambio no se produce de la noche a la mañana, pero a través de la perseverancia y la colaboración, podemos tener un impacto duradero. Mi participación en la Cumbre One Young World reafirmó mi compromiso con esta creencia, y estoy entusiasmada por continuar el trabajo iniciado en mi hermosa provincia de East New Britain.